Cómo diseñar en un entorno que no se para

Cuando empecé a diseñar de forma profesional (es decir, cobrando), era todo bastante fácil: cuando un cliente necesitaba una página web, se diseñaba, se desarrollaba y se lanzaba. Algo parecido pasaba en la agencia, que aunque estaba sujeta a los vaivenes de los clientes, el output final solía estar bastante definido. Incluso cuando trabajé en yuilop, una aplicación, todo parecía estar definido de antemano: teníamos una hoja de ruta anual en el que se iba trabajando a lo largo del año.

Es cierto que era importante estar pendiente de los imprevistos y cambios en el mercado, pero generalmente todo era más o menos estático.

¿Te acuerdas de eso?

Yo, la verdad, es que no mucho. Porque los últimos años he corrido más sprints que maratones.

Un problema real

El diseño ha pasado de estar integrado en estructuras en cascada (waterfall) a procesos de trabajo más ágiles que requieren entregar valor en el menor tiempo posible, iterable y siempre midiendo el impacto.

Si me paro a pensarlo, a veces me parece de locos. Porque parece que estamos tratando de comprimir el proceso de diseño ideal en menos tiempo, con menos recursos y mucha más incertidumbre, todo ello sin bajar la calidad.

¿Se puede? Diría que sí, pero también es cierto que hay que tener claras algunas cosas. Lo que sigue son mis ideas sobre el tema, ya que es algo que voy aprendiendo con el día a día:

5 consejos para diseñar en entornos cambiantes

Estos últimos días he estado reflexionando sobre este contexto y estos son algunos puntos que creo que son importantes.

Todavía no he conseguido dominarlos todos, porque en momentos tensos y bajo presión a veces es difícil pensar con suficiente claridad y distancia. Pero creo que tenerlos a mano o en mente pueden ayudarme (y ayudarte) en el día a día.

🧘🏻 Quédate con lo esencial

Cuando existe la necesidad imperiosa de lanzar un nuevo producto o característica en pocas semanas o días, es evidente que no tendrás tiempo para todo.

Trata de entender el contexto y selecciona qué partes del proceso de diseño tienen más peso y cuales pueden descartarse o simplificarse.

Te pongo un ejemplo: hasta hace pocas semanas yo tenía preparado un plan de investigación para entender como los usuarios utilizan una herramienta. Mientras planificaba cómo haría las entrevistas, encuestas, shadowings, dashbords, diagramas de flujo y otros métodos de investigación surgió la necesidad de cambiar el foco.

¿Qué significa esto? Pues que básicamente he tenido que pararme a pensar qué cabe en el nuevo marco de tiempo y qué puede ofrecer más conocimientos y valor para diseñar lo mejor posible.

¿Es lo ideal? No. ¿Me gustaría trabajar de otro modo? Sí. Pero el mercado es el que es y cada compañía hace lo que puede según su contexto. No entraré aquí en ineficiencias propias de cada empresa o equipo, eso es otro melón 🍈

💔 No ames demasiado tu trabajo

Por definición, trabajar en un entorno cambiante significa que todo está sujeto a… cambios. No te enamores demasiado de tu idea o de tu diseño: seguramente lo que lances será iterado a medida que se obtengan nuevos aprendizajes.

Y lo mismo sirve cuando estás tratando de encontrar «la gran idea»: escoge la que, con la información que tienes, más parezca que puede encajar. En la medida de lo posible haz tests, por pocos que sean, para comprender si se entiende. Para hacer esto no necesitas ni tenerlo desarrollado, te sirve un prototipo en Figma, herramientas como Useberry y algunos usuarios.

Tampoco te tomes el feedback muy a pecho. En situaciones de estrés y nerviosismo a veces es complicado, pero enfadarse sirve de todavía menos.

🤝 Trabaja de forma colaborativa

Cuando se trabaja en una nueva funcionalidad o producto normalmente hay muchos equipos implicados, especialmente si se trata de algo transversal en la empresa.

Esto significa que habrá muchas personas con algo que decir e ideas que proponer. Como diseñador@s tenemos, probablemente, más capacidad que el resto para preparar y guiar sesiones colaborativas, así que usa estas habilidades 🙂

💕 Asume que todo el mundo quiere lo mejor

Puede sonar estúpido, pero en situaciones de estrés es muy fácil pensar que el resto están haciendo mal su trabajo o que están perdiendo tiempo (y en cambio tú lo estás haciendo bien).

El trabajo -y la vida- son más fáciles si asumes que el resto de personas están trabajando dando lo mejor de sí mismas para alcanzar ese objetivo compartido.

Si no lo haces así te volverás loc@, porque desconfiarás de todo el mundo.

💬 Sobrecomunica

Ligado con el tercer punto: con tanta gente implicada es fácil que el mensaje quede fragmentado en diferentes canales de Slack -públicos y privados-, e-mails, documentos de Miro, Mural y Figjam, reuniones que no se graban, etc.

Cuando vivo en estos contextos siempre me da miedo no enterarme de todo o que el trabajo que esté haciendo yo lo esté tratando de hacer alguien en otro lado de la empresa. Por ello es importante repetir hasta la saciedad la información y compartir los enlaces de los documentos de trabajo en todos los sitios posibles.

Idealmente debería haber solo una «fuente de la verdad», pero seamos realistas: es muy difícil.

Asumámoslo: esto no cambiará

Cada día que pasa se lanzan nuevos programas, metodologías y recursos para idear, diseñar y desarrollar de la forma más rápida posible. A esto hay que sumarle que vivimos en un mundo globalizado y altamente digitalizado, donde la competencia no hará más que incrementar con el paso de los meses.

¿Se puede ir lento? Sí, si tienes una propuesta de valor sólida, estás en un mercado con poca competencia y si tu producto o servicio está suficientemente diferenciado de los demás.

Pero hay algo bueno: este contexto permite aprender qué es lo más esencial y ganamos experiencia en entornos cambiantes y volátiles… y esto a la práctica nos hará incrementar nuestro valor como diseñadores.

No sé, déjame mirarlo así. Hoy me siento optimista 😆

¿Te ha gustado? Comparte el artículo :)