7 trucos para evitar un portfolio genérico
Hace un tiempo escribí un artículo en el que te explicaba cómo redactar un buen caso de estudio (case study) de un proyecto, incluso de cómo presentarlos.
Pero con el paso de las semanas y después de revisar varios portfolios, me he dado cuenta de que -casi- tod@s caemos en el gran drama: tener un portfolio genérico.
Basado en mi experiencia dando clase y el proceso de selección en Holaluz, te comparto 7 pasos que puedes tomar para darle a tu portfolio ese “algo” que le falta 😀
#1 Lo siento, no eres un “Ninja UX”
Lo creas o no, esto de autodenominarse “ninja de” (o derivados), es un cliché muy de los… 2010s. Y a mi personalmente me genera urticaria: cada perfil que veo así, lo ignoro completamente.
Es simple: no seas un@ “Ninja UX Designer Full-Stack”.
Hazle fácil a quien está viendo tu perfil qué posición ocupas y qué puedes resolverle. Sé humilde (pero tampoco te quites méritos), direct@ y utiliza lenguaje simple.
Puede ser que la mayoría de empresas que busquen este tipo de perfiles de diseño sean tecnológicas, pero esto no implica que sean las únicas o que la persona que esté haciendo el reclutamiento entienda al 100% estos conceptos.
#2 ¡Ojo a los detalles!
Quizás es “de cajón”, pero no está de más repetirlo: te dedicas al diseño, a comunicar mensajes y a construir experiencias para los usuarios.
¿Por qué tu propio portfolio no debería tener el mismo nivel de detalle que cualquier proyecto que estés incluyendo?
Piénsalo como la caja en cuyo interior hay regalos muy bien envueltos. Si la caja (el exterior) está poco cuidado, con los bordes que se despegan y arrugad@, hay menos posibilidades de que alguien la abra.
Y lo mismo con un portfolio.
Cuando hablo de “detalles” me refiero, por ejemplo, a:
- Exporta las imágenes con suficiente calidad
- No utilices mock-ups de mala calidad o con perspectivas mal hechas
- Pídele a un/a amig@ que relea lo que has escrito (no sé tú, pero yo de vez en cuando me invento palabras o giro letras sin darme cuenta)
- Si presentas wireframes, que sean lo más limpios y claros posible (sin que se vean falsos, claro…).
#3 Evita los “proyectos genéricos”
Aquí es posible que no estés de acuerdo al 100%, pero te escrito desde la experiencia al revisar distintos CV y portfolios.
Hay muchísimas formas de resolver un proyecto, sea de clase, profesional o propio. Cuando incluyas algo en tu portfolio, asegúrate de que estás incluyendo los proyectos más especiales.
Y con especial me refiero al que tiene un enfoque distinto o resalta algo diferente a lo que se consideran convencional.
La mayoría de portfolios tienen proyectos que son To Dos, una aplicación de chat o una del tiempo. En la medida de lo posible, inclúyelos solo si tiene algo especial que no sea como el millón de aplicaciones que ya existen.
#4 Arriésgate un poco, anda
Este cuarto punto va ligado con el anterior.
En muchas ocasiones, más de las que me gustaría, la mayoría de portfolios se parecen mucho entre sí: mucho proyecto con fondo blanco, las mismas tipografías de Google Fonts, el mismo tratamiento en las imágenes y los iconos, fotografías muy de stock, etc.
Ser estándar está bien un rato, sobretodo para mostrar que conoces bien los estándares (valga la redundancia), pero no subas a tu portfolio la misma tipografía de proyecto. De hecho, intenta que tu propio portfolio (la caja de la que te hablaba antes) sea un poco distinta 🙂
#5 Explica TU historia (y LA historia)
Cuando hice el proceso de selección en Holaluz dediqué muchísimas horas a revisar CV y portfolios, uno detrás de otro. Piensa además que esto lo hacía dentro de la propia jornada laboral, con sus propios cambios de foco, urgencias y trabajo constante.
Por ello, lo que me hacía la vida más fácil era encontrar portfolios que me explicaban “algo”. Y con “algo” me refiero a la historia de la persona, pero también a una extensiva documentación sobre cada proyecto.
En el anterior artículo que escribí sobre los portfolios, te hablé de que no permitas que se convierta en un álbum de cromos que no aporta nada a quien lo lee, más que imágenes sin contexto.
Tómate el tiempo necesario para explicarlo todo bien, siguiendo una estructura y un hilo conductor.
Lo mismo con tu propia biografía (y de aquí, el punto siguiente).
#6 ¿Qué más haces?
Cuando te presentes, no te dediques a listar únicamente todo lo que has estudiado, dónde y qué notas has obtenido.
Piensa que las personas que se dedicarán a revisar tu portfolio están buscando una persona, no un robot. Buscan a alguien que encaje en su equipo y en la compañía. Alguien que comparta determinados valores y forma de ser.
Utiliza esa página para explicar cómo eres, qué te gusta y, también (aunque te suene raro), la experiencia laboral en otros campos.
Por ejemplo, en mi LinkedIn sigo incluyendo la experiencia laboral de “antes” de diseñar (allá por 2007-2009). Es cierto que queda lejos, pero fueron años en los que aprendí a trabajar de cara al público y esto, quieras o no, es una habilidad importante en diseño.
Así que, que no te dé reparo decir que has trabajado antes de dependient@, comercial o lo que sea e inclúyelo. Todo ello crea tu perfil único 🙂
#7 Incluye proyectos propios
A mi particularmente me llaman mucho la atención l@s diseñador@s que tienen proyectos propios.
Creo que demuestran una serie de habilidades personales que son difíciles de detectar en portfolio que solo contienen proyectos de diseño.
Los proyectos hechos en clase, prácticas o trabajando en otras empresas demuestran que sabes trabajar en equipo, sacar proyectos y conoces bien “cómo diseñar bien”.
Los proyectos propios, en cambio, demuestran disciplina, constancia y ganas de aprender fuera de los ámbitos comunes en un/a diseñador/a.
Te pongo el ejemplo de uiFromMars para que lo veas más rápido: a mi me obligó a ser constante escribiendo cada semana, a aprender mejor cómo hacer tests con Optimize, como medir con Google Tag Manager, un poco de SEO y otro poco de desarrollo.
Además de que el no rendirme cuando solo me leían cuatro gatos o los cambios de enfoque que ha tenido el proyecto para que funcionara mejor expresan resiliencia, ganas de aprender y de iterar.
Y esto, por mucho que el resto de proyectos del portfolio sean de diez, no puedo verlo con ellos.