Entiende el terreno que pisas

Diseñar un producto digital va mucho más allá de definir interfaces. Requiere comprender el contexto en el que ese producto existe: su modelo de negocio, sus limitaciones técnicas, sus usuarios reales (no los ideales), los sistemas con los que interactúa y los equipos que lo sostienen.

Ese entendimiento amplio y profundo se conoce como conocimiento del dominio.

  1. Qué es el conocimiento del dominio (con ejemplos)
  2. El conocimiento de dominio y el diseño
  3. Cómo adquirir conocimiento de dominio
  4. Conecta las piezas para ganar influencia

No se trata de algo “extra” o deseable. Es una capacidad que puede marcar la diferencia en cuanto al progreso de tu carrera.

Qué es el conocimiento del dominio (con ejemplos)

El conocimiento del dominio es el entendimiento específico del entorno en el que se desarrolla un producto: sus reglas, sus restricciones, sus variables críticas.

Incluye aspectos como: cómo funciona el modelo de ingresos, qué flujos son prioritarios (y por qué), qué limitaciones técnicas existen y cuáles son negociables, o qué decisiones de negocio condicionan el producto o servicio.

Sé que todo esto te puede sonar muy abstracto. Con estos ejemplos lo verás más claro:

  • Si diseñas para un comercio en línea, deberías conocer cómo funciona la lógica de promociones, la prioridad de stock entre mercados, y qué impacto tiene una imagen mal etiquetada en el buscador.
  • Si trabajas en una plataforma de contenido, entender qué es lo que impulsa la recurrencia (¿es el algoritmo, la suscripción, las funcionalidades?) cambia por completo cómo abordas una pantalla de inicio o una recomendación.
  • Si trabajas en un SaaS, comprender qué productos y flujos generan más stickiness y retención cambia cómo abordas cualquier diseño.

Este tipo de información no suele estar en los requerimientos del proyecto. Hay que salir a buscarla.

El conocimiento de dominio y el diseño de producto

Sin conocimiento del dominio, cualquier diseño se convierte en una propuesta teórica. Seguramente estará bien planteado, tendrá una buena arquitectura de la información, y considerará el happy path y los requisitos de la tarea. Y aun así, puede que no resuelva de forma precisa el problema real.

Con un buen conocimiento del dominio:

  • Diseñas con intención, no con intuición.
  • Propones soluciones factibles, no solo deseables.
  • Te anticipas a riesgos, porque conoces las dependencias.
  • Evitas trabajo duplicado o mal enfocado, porque sabes cómo se implementa, dónde impacta y qué se mide.

Además, este conocimiento mejora radicalmente la comunicación con ingeniería, producto, marketing y otros equipos. Deja de haber “traducción” constante entre funciones. Empiezas a hablar en un lenguaje compartido.

Cómo adquirir conocimiento del dominio

Esto no se enseña en escuelas de diseño, pero es una práctica que se puede entrenar. Te cuento qué me ha ido bien en Automattic:

  • Hacer muchas preguntas. Cuestionar decisiones, buscar datos, y apoyarte en quien tiene más contexto que tú.
  • Leer documentación técnica y de negocio, incluso si no la entiendes al 100 %. El solo hecho de saber que existe y qué partes afectan a diseño ya cambia tu perspectiva.
  • Asistir a reuniones de otros equipos o coordinarte con otros equipos. Principalmente desarrollo, marketing y producto.
  • Hacer dogfooding sistemático, es decir, usar el producto como lo haría un usuario real y documentar los puntos de fricción.
  • Analizar cómo otros productos en el mismo mercado resuelven el mismo problema, con sentido crítico.
  • En el caso de que sea una empresa con varios productos, como Automattic, observar los puntos en común: es fácil que haya varios equipos tratando de resolver el mismo problema desde diferentes ángulos.

Nadie te va a pedir que lo hagas. Por eso, quienes lo hacen destacan.

Conecta las piezas: una forma silenciosa de ganar influencia

En entornos distribuidos o con múltiples productos (como Automattic, donde trabajo), el conocimiento del dominio no solo mejora la calidad del diseño: se convierte en una fuente de influencia.

Esto es algo que estoy aprendiendo ahora que soy Head of Design de WordPress.com. Lo que hace que mi equipo trabaje mejor es mi capacidad de conectar proyectos, detectar dependencias y generar colaboración entre equipos.

Cuando entiendes cómo un equipo impacta a otro, qué sistemas están conectados, y qué decisiones de diseño afectan a métricas que están “fuera de tu scope”, te conviertes en una persona clave.

Porque puedes anticipar bloqueos, alinear decisiones y, sobre todo, evitar problemas estructurales antes de que escalen. Esa influencia no depende de tu título. Depende de tu visión del sistema.

Qué ocurre cuando no se tiene conocimiento de dominio

Diseñar sin conocimiento del dominio es ineficiente. Con esto no me refiero a que seas peor diseñando, me refiero a que el impacto de tu trabajo es más limitado: resuelves lo que se te pide, pero rara vez estás resolviendo el problema de fondo.

Obviamente, no hay nada de malo en resolver lo que se te pide en un tíquet o en una tarea, pero son cosas como las que describo en el artículo las que te ayudan a pasar de junior a senior.

Sin un buen conocimiento de dominio, a veces…

  • Se diseñan flujos que no se pueden implementar.
  • Se priorizan detalles visuales sobre restricciones técnicas críticas.
  • Se ignoran casos límite o reglas de negocio invisibles.
  • Se crean soluciones que no escalan o que chocan con decisiones previas.

A medio plazo, todo esto genera desconfianza y retrabajo. Porque aunque el diseño luzca bien, no resuelve el problema real de la mejor manera posible.

Apuntes finales

El conocimiento del dominio no es una habilidad visible en un archivo de Figma, ni algo que se pueda evaluar con una entrega puntual. Pero se nota en cada decisión y en cada reunión.

No se trata de saberlo todo, sino de tener la curiosidad, la constancia y la responsabilidad de entender el sistema en el que trabajas. Y de hacer mejores preguntas, no solo mejores pantallas 🙂

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