Diseño y open source
Si crees que el open source es «cosa de programadores», este artículo te va a hacer replantear unas cuantas cosas.
Para un segundo y piensa en tu último proyecto. Es posible que las tipografías que usaste probablemente vinieran de Google Fonts, los iconos de Material Icons o alguna librería similar, y las fotografías de stock, de Unsplash o Pexels. Si trabajas en el entorno de las páginas web, es muy posible que tu proyecto corra sobre WordPress, que impulsa más del 40% de internet.
Todo eso es open source. Todo.
Qué es esto del open source (sin tecnicismos)
Open source significa, literalmente, «código abierto». Pero reducirlo a estas dos palabras es como definir la Wikipedia como «una página web con texto». Se queda corto.
La idea detrás del open source es sencilla: una persona crea algo útil y, en vez de cerrarlo con candado, lo comparte. Literalmente publica el código, los archivos y todo lo necesario para que cualquiera pueda usarlo, estudiarlo, mejorarlo, y redistribuirlo.
De Stallman a Linux
De forma muy resumida:
- Toda esta idea empezó en el mundo del software en los años 80, con gente como Richard Stallman y el proyecto GNU (1983). Buscaba un sistema operativo completamente libre y defendía la libertad del usuario por encima de todo.
- En 1991, Linus Torvalds creó el kernel Linux y lo liberó bajo GPL, completando el sistema GNU/Linux. Hoy está en literalmente todos lados: desde tu móvil Android hasta los servidores de Netflix.
- Unos años después surgió el movimiento del software de código abierto, que partía de la misma base técnica pero con un enfoque más pragmático y orientado a empresas, lo que hizo que se popularizara mucho más.
- Años más tarde, Creative Commons aplicó la misma lógica a contenido creativo: fotos, música, y textos. Wikipedia la aplicó al conocimiento. Y así, pieza a pieza, se fue construyendo una infraestructura global de recursos compartidos.
Linux no es un proyecto pequeño. Grandes empresas como Google, Microsoft, IBM y Meta contribuyen activamente porque les conviene que exista.
El open source crea estándares, reduce costes, y acelera la innovación. Todo el mundo gana.
El open source ya está en tu día a día
Si has llegado hasta aquí, es posible que estés preguntándote qué tiene que ver esto contigo, que diseñas productos digitales y habitualmente no tocas ninguna línea de código.

Cada vez que abres Google Fonts, estás usando tipografías con licencia SIL Open Font License. Eso significa que tienes permiso para usarlas en cualquier proyecto, ya sea comercial o personal, sin pagar un céntimo ni pedir permiso. Piensa en Inter, Roboto, Poppins, Space Grotesk… todas estas tipografías son open source.

Los iconos de Material Design que usas en tus interfaces son open source. Iconoir, que ya acumula más de 100.000 descargas al mes, también. Iconsvg.xyz trabaja con licencia MIT: esto significa que puedes descargarlos, modificarlos, y incluirlos en productos comerciales. Sin restricciones.

Si utilizas en material fotográfico, es muy posible que hayas consultado Unsplash o Pexels en algún momento. Ambas plataformas tienen licencias muy permisivas. Si quieres ir todavía más sobre seguro, WordPress Photos y Openverse funcionan con la licencia CC0 (dominio público y sin restricciones).
Y por último, si hablamos de herramientas: Figma es software propietario, pero internamente utiliza decenas de librerías que son open source. Penpot, la alternativa europea, es 100% open source: puedes ver su código, instalarlo en tu propio servidor, y contribuir a su desarrollo.
Por qué deberías contribuir (y no es por buen karma)
El open source tiene un problema muy claro, con el que me choco constantemente: el diseño suele ser el equipo con menos representación. Existen proyectos brillantes que tienen interfaces antiguas, o documentación que técnicamente es correcta, pero que es imposible de navegar y entender.
¿Por qué pasa esto? Porque los diseñadores no participamos. Nos beneficiamos de la existencia de todo este software y productos digitales, pero no nos inmiscuimos.
Contribuir a proyectos open source te da visibilidad, te permite aprender, y te permita construir tu portfolio. También aprendes cosas que no aprendes en proyectos cerrados: colaboras con gente de otros países, otras disciplinas, y aprendes de otras perspectivas.
Cómo empezar en open source sin saber código
No es necesario que sepas programar. Si buscas proyectos concretos con tareas de diseño abiertas, aquí tienes algunos buenos puntos de entrada:
- Penpot. Es la alternativa open source a Figma. Tienen una comunidad activa y buscan diseñadores para mejorar la propia herramienta. Puedes contribuir con templates, librerías de componentes o feedback de diseño.
- WordPress. Es el CMS que impulsa más del 40% de internet, y tiene un equipo de diseño dedicado. Puedes contribuir al editor Gutenberg a través de su librería de componentes en Figma, proponer mejoras de interfaz o participar en la documentación visual. Todo está explicado en su Design Handbook.

- Owncast. Es una plataforma de streaming open source que busca ayuda con diseño web y branding.
Y si quieres explorar más opciones, estos recursos te conectan directamente con proyectos que necesitan diseñadores: Open Source Design (job board), contribute.design, y cualquier issue en GitHub que tenga las etiquetas design, ux, ui, help wanted o good first issue en proyectos que uses habitualmente.
La clave es empezar por algo que ya uses o te interese. Si usas Firefox, mira Mozilla. Si trabajas con WordPress, ahí tienes un ecosistema enorme esperándote. Y si te interesa la privacidad, busca proyectos como Signal o Bitwarden. El open source necesita diseñadores en todos los rincones.
Recursos open source para diseñadores
Para finalizar este artículo, te dejo con una lista práctica de recursos:
Fotografía:
- WordPress Photos: CC0 (dominio público)
- Openverse: CC0 y otras licencias libres
- Pexels: tiene licencia propia y permite el uso libre
- Unsplash: igual que Pexels
- The New York Public Library: es un archivo histórico, CC0, con más de un millón de recursos
Tipografías:
- Google Fonts: tiene licencia SIL
- Open Foundry, también con licencia SIL
- Collletttivo: otro recurso con licencia SIL
Iconos:
- Iconos de Material Icons: open source
- Icon SVG: con licencia MIT
- Iconify: más de 200.000 iconos open source
- Simple Icons: tienen licencia CC0
Apuntes finales
Si has llegado hasta aquí, significa que el open source te llama la atención 🙂 Desde aquí quiero animarte a que eches un vistazo a los proyectos que te he enlazado en este artículo, busques como contribuir.
Hay una parte del open source que es muy difícil de cuantificar, pero es la sensación de formar parte de algo que trasciende tu trabajo individual. Puede parecer que estás trabajando en un «simple» icono, pero la realidad es que lo van a usar miles de personas.
Casi nada 🙂
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