La artesanía del diseño debería importarte
Vivimos en la era de la eficiencia. En la búsqueda constante del beneficio económico para la empresa, en el foco en las métricas y la obsesión por los resultados.
En este contexto, es fácil caer en la autocomplacencia y trabajar dejando de lado la parte artesana de nuestra profesión, aquello que los ingleses definen como craftmanship o simplemente craft.
En este artículo exploraremos las cinco señales que indican que cada vez te importa menos el diseño en sí mismo. Algunas son más sutiles que otras, pero generan dinámicas que pueden llegar a ser negativas.
¡Vamos allá!
Falta de atención al detalle
La atención al detalle es primordial para un buen diseño de producto. Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, y seré honesta: a veces me pasa que llevo tanto tiempo trabajando en un diseño, y he ajustado y cambiado tantas partes, que se me escapan algunas cosas.
Esto se produce cuando:
- El espaciado es inconsistente y no hay una retícula clara
- Los tamaños de la tipografía no siguen ningún criterio claro
- La jerarquía visual es confusa
- Hay alineaciones que no encajan. Suele suceder cuando utilizas Auto Layout y en alguno de los componentes eliminas un elemento. Según como esté configurado, se desajusta todo.
- Se ignoran las guías específicas del sistema operativo para el que diseñas (iOS o Google)
Cómo diseñar con atención al detalle
Aunque ya llevo varios años dedicándome al diseño, sigo experimentando constantemente, buscando la mejor manera de aproximarme a los proyectos.
La teoría siempre suena bien, pero el día a día puede llegar a ser muy caótico y con muchos cambios de contexto: un mensaje de Slack por aquí, una pregunta en un canal que genera un hilo muy largo, otra pregunta sobre otro proyecto en otro canal de Slack, etc. seguro que esto te suenta 🙂
Ahora estoy probando:
- Parar y acercarme o alejarme. La palabra clave aquí es parar. La inercia no es buena, y a veces es suficiente con pausar unas horas o unos días el diseño para poder ver detalles que cuando estaba trabajando en ello no veía. Alejarse y acercarse también funciona bien:
- Acercarse para ver los detalles pequeños de la interfaz, como las líneas huérfanas, un border radius diferente al del elemento contiguo, etc.
- Alejarse para ver cómo encaja esa funcionalidad en el flujo de usuario, y si tiene sentido con otros proyectos que están pasando en paralelo
- Crear una checklist propia que seguir mientras trabajo. Es muy breve, y por ahora solo incluye preguntas:
- ¿Está alineado con el objetivo de la iniciativa y proyecto?
- ¿Funciona con el resto del flujo o JTBD del usuario? Tanto el paso anterior como el siguiente.
- ¿Incluye todo el feedback recibido?
- ¿Utiliza, cuando es posible, los componentes del sistema de diseño?
- ¿Hay líneas de texto huérfanas?
- ¿El copy sigue las guías de la marca?
Menos curiosidad y exploración
No soy muy amiga de las tendencias, pero sí soy consciente de que es importante conocerlas y probarlas. Una falta de interés por lo nuevo, ya sean patrones de navegación, uso de la tipografía o retículas, denota una falta de interés en la profesión.

Para evitarlo suelo navegar periódicamente por webs como MaxibestOf, Site Inspire, Nicely Done y httpster, entre otras.
Reducción del trabajo colaborativo
El diseño es una profesión predominantemente colaborativa. Trabajar en silos y sin una comunicación efectiva lo único que hace es impactar negativamente al proyecto. Esto puede generar:
- Menos crecimiento personal. Interactuar con los demás nos ayuda a conocer otras opiniones e ideas y nos enriquece.
- Perder oportunidades de diseño. Por mucho que hayas estado trabajando en un proyecto durante varios días, habrá detalles que se te escaparán. Si no trabajas el diseño de forma colaborativa es muy fácil perder buenas oportunidades de hacer un mejor trabajo.
Hay que encontrar el equilibrio. Demasiadas reuniones o trabajo síncrono harán que tengas poco tiempo para reflexionar, lo que a su vez afectará negativamente el resultado final. Una solución a esta situación puede ser bloquear franjas horarias y tratar de concentrar todas las reuniones allí. De esta manera te aseguras de tener un mínimo de horas seguidas al día para trabajar en ello.
Desconexión con los usuarios
Generalmente, diseño se encuentra en la encrucijada entre el negocio, la tecnología y las personas que utilizarán ese producto. Omitir la investigación con usuarios le hace un flaco favor a tu trabajo y te puede llevar a:
- Hacer suposiciones incorrectas sobre tus usuarios
- Priorizar la estética por encima de la funcionalidad
- Ignorar el feedback de los usuarios
Un ejemplo práctico: el rediseño de Snapchat en 2018.

En febrero de ese año publicaron un rediseño que separaba el contenido multimedia del feed de amigos, además de introducir cambios en la interfaz y una jerarquía del contenido muy diferente a la habitual.
Este cambio no gustó a los usuarios, que incluso se organizaron en una petición, que superó el millón de firmas, para pedir a la compañía que revirtiera el rediseño.
En esta encuesta de YouGov se ve muy claramente cómo bajó el nivel de satisfacción con la aplicación justo cuando lanzaron el nuevo diseño:

Pese a todo esto, la compañía insistió en que esos cambios habían llegado para quedarse, aunque después de perder un 2% de los usuarios activos diarios (DAU) en un solo trimestre (bajó de 191 millones a 188 millones) y perder un 20% de su valor en bolsa, Snapchat empezó a deshacer algunos de los cambios introducidos inicialmente.
Descuidar el aprendizaje continuo
Escribí sobre ello en El fin de tu carrera en diseño (o no): si dejas de formarte, dejas de crecer.
Una buena forma de hacerlo es trabajar de forma colaborativa y tener curiosidad extrema por cualquier tendencia o cambio que se produzca en la profesión (o fuera de ella).
Seguro que conoces a alguien que diseña, pero que se ha quedado anclado en el pasado. Quizás es porque utiliza conceptos que ya no son tan relevantes, la estética se ve antigua o utiliza un lenguaje y patrones que ya han quedado desfasados.
En este sentido, lo mejor es tratar de asistir a workshops, conferencias y webinars, pero también leer, viajar y observar al detalle otros productos digitales. O probar algo que parece «alejado» al diseño como es Figma y MCP.
Apuntes finales
Si has llegado hasta aquí, te invito a que evalúes si te está pasando alguna de las cosas que te he mencionado en los puntos anteriores. Identifica áreas de mejora y traza un plan para mejorarlo.
¿Has llegado hasta aquí? ¡Enhorabuena! Ya puedes considerarte un diseñador preocupado por su craft. Pero no te duermas en los laureles, que esto no ha hecho más que empezar.
- ¿Se te escapan los detalles? Piensa cómo cambiar tu flujo de trabajo para considerarlos. Es mejor parecer puntilloso/a que dejar pasar por alto aspectos importantes. Pueden ser «detalles», pero suman… y a veces esta es la diferencia entre una posición más senior o no.
- ¿Trabajas aislado/a? Sal de tu cueva y busca crear encuentros con las personas de tu equipo. En la oficina es fácil, y si trabajas desde casa, organiza una pequeña reunión semanal de sincronización. La cuestión es tener el espacio, y después ya puedes ir iterando.
- ¿Usuarios? ¿Qué usuarios? Esto es más espinoso, particularmente si en la empresa para la que trabajas no consideran la investigación con usuarios como algo importante. Si es tu caso, puedes basarte en las heurísticas e ir construyendo a partir de allí. Y si en tu empresa hacéis investigación no tienes excusa 🙂
- ¿No estás informado/a de los cambios en el sector? Puedes suscribirte a uiFromMars 😉 o plantearte qué te interesaría probar. Si por ejemplo es la interacción entre diseño e inteligencia artificial, puedes probar modelos o MCP.
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